Al respecto, afirmó que "el régimen de Maduro" debe "algunos millones de dólares de cuentas pendientes y retribuciones", por lo que, "fundamentalmente, el proceso fue interrumpido por eso".
El 26 de abril de 2017, Maduro anunció que, "como jefe de Estado" y en uso de sus "atribuciones exclusivas de acuerdo con la Constitución" había ordenado "el inmediato retiro de la OEA", un proceso que, por protocolo, tarda dos años en hacerse efectivo.
La OEA aceptó en 2019 a Gustavo Tarre como representante del entonces presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Venezuela, Juan Guaidó, después de que el pleno declarara ilegítimo el actual mandato de Maduro, dando un espaldarazo a Guaidó.
No obstante, un grupo de once países anunció ayer que tenían intención de expulsar a Tarre del foro regional, tras lo que el político venezolano anunció que no acudirá a la Asamblea General.
Al respecto, Almagro comentó que reconoce "el derecho de los países miembros de la organización de plantear estos temas como en su momento se planteó la aceptación que se hizo por votación del ingreso del representante de la AN en el Consejo Permanente de la OEA".
"Eso fue decidido por votación y esto otro (la expulsión de Tarre) será decidido por votación. Cuando hay discusión entre los países al respecto, siempre dejamos que esta discusión fluya naturalmente y se haga de la mejor forma y de la manera más constructiva posible", subrayó.
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